Sin
duda un trabajo que podría hacerme sentir realizada sería uno cuyo empeño fuera
relevante. Me gustaría que pudiera realizar muchas actividades, no simplemente
una en la que conociéndome, me aburriría mortalmente. No quiero pasarme la
jornada laboral encerrada en un despacho, quiero hablar con gente, poder ayudar
en todo lo posible al correcto funcionamiento de un negocio. Quiero sentirme
útil. Y creo que podría ser feliz
empeñando el puesto de ejecutiva de cuentas.
Cuando
en la carrera hablaron de ello me gusto la idea. Pensé que sería divertido,
intimar con los clientes, organizar su ocio, fidelizarlos… Ahora sé que no es
simplemente eso.
La
realidad es que el ejecutivo de cuentas es una figura clave en la consecución
de las campañas. De su valía, vocación y saber hacer puede depender que una
cuenta funcione como la seda o sea un cúmulo de desencuentros, que la relación
con el cliente sea de confianza o todo lo contrario, que los creativos y demás
involucrados en la cuenta le pongan ganas e ilusión o que la vean como una
obligación más, que los briefings sean inspiradores y bien enfocados… Además
deben velar porque todos los procesos internos (de producción, facturación y
coordinación) funcionen correctamente y en los complicados plazos con los que
se trabaja en este sector. En definitiva, una buena campaña suele tener detrás
un ejecutivo con talento.
En
un principio, pensaba que no iba a ser capaz, dado que suponía que había que
controlar idiomas a la perfección. Pero tras mis investigaciones y después de
leer los comentarios de los expertos me he percatado que eso no es lo más
importante ya que en ninguno de los documentos que he leído nombran el asunto.
Por otra parte simplemente mirando las ofertas de trabajo (no solo de ejecutivo
de cuentas, sino de todas las áreas de la comunicación, la publicidad y las
relaciones públicas) es obvio que es un requisito fundamental. No solo se conforman
con que sepas inglés perfecto. Suelen exigir un segundo idioma. Así que aunque me
quede un año para terminar la carrera estimo dos más para perfeccionar mi
inglés y aprender otro idioma. Había pensado en el francés.
Con respecto
a esto me siento bien preparada. En la carrera de Publicidad y
Relaciones Públicas te hacen aprender cada aspecto de la comunicación, de la
estrategia y la planificación. Por otra parte, bajo mi punto de vista, deberían
de ocupar también el asunto de los idiomas y no obligar a los estudiantes (con
el poco tiempo libre que les queda) a buscarse las formas para solucionar este
problema.
Otro consejo
que nos da Jose Miguel Machicado sobre las funciones del ejecutivo de cuentas
viene en la personalidad: ser curioso (siempre bien informado sobre todo); ser
empático (saber tratar a la gente, abordando los temas de la forma que
interesan a los clientes) y ser agradable.
Supongo que
aún me queda mucho por aprender en la vida. Y yo espero siempre tener algo que la
vida pueda enseñarme. Así que con mis pros y mis contras seguiré intentando ser
una buena ejecutiva de cuentas.